LA JORNADA DE INSPIRACIÓN Y ESPIRITUALIDAD EN PARQUE TOLEDO
El
sábado, 25 de octubre, tuvo lugar una Jornada de Inspiración y
Espiritualidad en el Parque de Estudio y Reflexión de Toledo. El
encuentro reunió a algo más de 500 amigos que pudieron mostrar y
compartir experiencias inspiradoras, cosas que nos conmueven y nos hacen
conectar con un nivel de profundidad distinto al cotidiano, en un
ámbito diverso, inclusivo y atento.
Buses y
coches llenaban el camino de polvo en torno a las 11:30 de la mañana. El
Parque, acondicionado cuidadosamente los días previos, se mostraba
dispuesto a acoger la diversidad humana que había llegado de numerosos
barrios, ciudades y hasta países. Con calma y sin apuro, niños y
mayores, jóvenes, mujeres, hombres, personas de distintas culturas y
sensibilidades, entraron en el recinto.
Buses y
coches llenaban el camino de polvo en torno a las 11:30 de la mañana. El
Parque, acondicionado cuidadosamente los días previos, se mostraba
dispuesto a acoger la diversidad humana que había llegado de numerosos
barrios, ciudades y hasta países. Con calma y sin apuro, niños y
mayores, jóvenes, mujeres, hombres, personas de distintas culturas y
sensibilidades, entraron en el recinto.
Cada
ámbito del Parque se había destinado a compartir experiencias
inspiradoras a través de distintas expresiones y actividades. Talleres
con temáticas diversas (el Pedido en distintas culturas; la muerte, un
umbral; el arte de inspirarse,…), música, teatro, exposiciones de
fotografía, pintura, escultura, objetos realizados en los talleres de la
materia, vídeos, ceremonias, trabajo con la arcilla y la producción y
conservación del fuego.
“Hay
actividades de amigos que muestran sin censura y sin autocensura cosas
que tienen sentido para ellos, conectados con la inspiración. Y sobre
todo hay espacios para el silencio, para la reflexión, para el contacto
entre los amigos y para tomar contacto con uno mismo”, expresó Marisa
Gabaldón en la presentación de la jornada junto a Aurora Marquina. “Lo
más inspirador de esta jornada es estar juntos compartiendo esa actitud
de disponernos a inspirarnos y a tal vez, conectar con algún estado no
habitual que tenga significado para uno”.
Una
búsqueda había rescatado lo mejor, lo que a uno le conmueve, y lo había
convertido en iniciativas que se expresaban con sutilidad y sin
tapujos, que mostraban sin ánimo de explicar, sino más bien compartir
con otros vivencias fundamentales. Los participantes miraban y tocaban
los aportes, viendo de qué modo resonaba en ellos.
Mucha
charla, mucho intercambio. Espacios para comer algo y compartir. El sol
y una agradable temperatura acompañó el día. La Sala, vacía y abierta a
que cada cual pueda hacer sus trabajos y ceremonias. Y mientras ese
conjunto humano se desenvolvía con suavidad, el Parque nos fue regalando
“algo”.
Durante
unas horas, el tiempo “se detuvo”, los ruidos quedaron fuera del
recinto y las diferencias lo fueron menos, se diluyeron. Acaso el futuro
vino a visitarnos al Parque. Y nos dejó una “pequeña moneda” de lo que
será un tesoro, ese que nos espera si seguimos buscando y que el ser
humano quiere.
Gloria López para Pressenza